El agua es la base de la vida


DEIA Behatokia

Por Julen Rekondo - Jueves, 22 de Marzo de 2018

LA Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1993 la resolución A/RES/47/193, por la que se acuerda celebrar cada 22 de marzo el Día Mundial del Agua. El tema elegido para 2018 es Naturaleza para el agua, tratando de explorar soluciones basadas en la naturaleza para los retos que nos enfrentamos en el siglo XXI, como la realidad de los ecosistemas dañados que afectan a la cantidad y calidad del agua disponible para el uso humano. Hoy en día, 2,1 billones de personas viven sin acceso seguro al agua en su casa, lo que afecta a su salud, educación y forma de vida.

Por otra parte, este año se cumplen 18 años de la entrada en vigor de la Directiva Marco del Agua (DMA), que supuso un hito fundamental para la salvaguarda de los ecosistemas acuáticos de la Unión Europea (UE). La citada directiva ha supuesto un profundo cambio en la manera de gestionar el agua y de entender nuestra relación con el medio hídrico. Uno de los retos fundamentales que plantea la DMA es precisamente el cambio de mentalidad en la gestión del agua. Para afrontar con éxito ese cambio de mentalidad es necesaria una gran labor de pedagogía social, así como una crucial corresponsabilización de todos los agentes sociales interesados.

En este sentido, la DMA ha cambiado los tradicionales enfoques de oferta sustentada sobre la base de grandes infraestructuras hidráulicas, por estrategias de gestión de la demanda y de conservación y restauración del recurso y sus ecosistemas fluviales.

En los últimos años se ha producido un avance notable en el estado de las masas de agua en el País Vasco gracias a los trabajos desarrollados por las diferentes administraciones y usuarios. No obstante, a pesar de este claro avance, aún existen problemas que deben ser solucionados. En este sentido, los principales retos que se plantean en Euskadi, tal como se señala en el último Perfil Ambiental 2015, referido a la gestión del agua, y elaborado por el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno, la Agencia Vasca del Agua y la Sociedad Pública de Gestión Ambiental, es el cumplimiento de los objetivos ambientales, tal como marca la normativa de la UE, y por consiguiente la de aquí;un suministro adecuado y racionalidad en el uso del agua;la seguridad ante fenómenos extremos, como es el caso de las inundaciones, y la mejora de la coordinación y gestión del ciclo del agua, lo que se viene a llamar actualmente gobernanza, ante la existencia de diferentes entes gestores de abastecimiento y saneamiento en nuestro país.

Objetivos medioambientales En cuanto al primero de los retos, garantizar el cumplimiento de los objetivos ambientales, es necesario actuar sobre la contaminación por vertidos y la alteración física del medio hídrico. Hoy en día, en lo que respecta al estado ecológico de las masas de agua de los ríos de Euskadi, se puede afirmar que presentan una tendencia de mejora, que se hace especialmente significativa en los últimos seis años, con un considerable incremento del grado de cumplimiento de los objetivos medioambientales. Sin duda, la implantación de las infraestructuras de saneamiento y depuración son las principales causantes de que se esté dando una notable mejoría del estado ecológico de nuestros ríos. Actualmente, solo un reducido número de masas de agua se encuentra en estado malo o deficiente, es decir, lejano al cumplimiento de objetivos medioambientales.

En cuanto a los embalses, los de las cuencas cantábricas todos ellos cumplen con los objetivos medioambientales con respecto al estado ecológico (potencial bueno). En el caso de la vertiente mediterránea, tan solo el de Ullibarri-Ganboa cumpliría con los objetivos medioambientales. Por lo que se refiere a Urrunaga y Albina no se da el cumplimiento de objetivos debido a su estado físico-químico.Por otra parte, el grado de cumplimiento de las masas de la categoría lagos y zonas húmedas es bajo (aproximadamente el 30%) e inestable, aunque se aprecia una progresiva mejoría en los últimos seis años. Y en lo que se refiere al estado de las aguas de baño es bueno y estable, de tal manera que en los últimos años es habitual que prácticamente el 90% de las zonas de baño presenten una calidad excelente o buena.

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