EL PATRIMONIO CULTURAL VASCO EN PELIGRO


Euskal Museoa Bilbao Foto Iñaki Uriarte
Bilbao, 29 junio 2017
 
Hace ahora 27 años, el 3 de julio de 1990 se decretó por Eusko Legebiltzarra la Ley 7/1990, de Patrimonio Cultural Vasco que en su Exposición de Motivos anticipa: “El patrimonio cultural vasco es la principal expresión de la identidad del pueblo vasco y el más importante testigo de la contribución histórica de este pueblo a la cultura universal. Este patrimonio cultural es propiedad del pueblo vasco.” Una vez más aprovechando este aniversario es preciso más que recordar, insistir, en la suma importancia de este legado.

Esta normativa heredera de la Ley 16/1985, del Patrimonio Histórico Español y que tiene su homónima, más evolucionada en Nafarroa, Ley Foral 14/2005, de 22 de noviembre, del Patrimonio Cultural de Navarr,a debe ser objeto de una urgente reforma integral para que resulte eficaz de acuerdo a su enunciado. En estos años se han evidenciado ambigüedades, contradicciones y falta de rigor en conceptos tan manipulables como la ruina, o claramente insuficientes como el entorno, usos adecuados a la tipología de edificio o el nefasto ejemplo de los vaciamientos interiores y el fachadismo,. Lamentablemente incluso considerados y galardonados como intervenciones modélicas en los premios bienales de Euskal Herriko Arkitektoen Elkargoa /Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro.

Recordemos la ignorancia cultural, brutalidad, prevaricación, corrupción y especulación cometida por UPN en el extraordinario yacimiento arqueológico bajo la Plaza del Castillo en Iruñea en 2003. Un ejemplo de barbarie arquitectónica actual sucede en el notable y catalogado edificio del Banco de España en Gasteiz, destruido internamente para un Centro para la Memoria de unas Víctimas del Terrorismo (sic). Es decir se arrasa la memoria constructiva, formal y espacial de una elegante edificación de 1920, un modo de terrorismo cultural impulsado por el Estado español y favorecido por sus representantes en nuestro país.

Han transcurrido 80 años de las masacres civiles perpetradas por el criminal régimen franquista con episodios de terrorismo en el bombardeo de numerosas poblaciones en 1937. Conviene reconsiderar que hasta abril de 1979 no se celebraron las primeras elecciones municipales, a Juntas Generales y al Parlamento de Nafarroa. Pero de estos dos períodos, dictadura y democracia de parecida duración puede afirmarse que en Euskal Herria desde la perspectiva del patrimonio ha sido la época de libertad la más destructiva y violenta con el legado monumental y podrían ofrecerse demasiados testimonios en ciudades y pueblos. Resulta además contradictorio que recientemente algunos grandes y singulares edificios públicos deformados se destinen a usos culturales imprecisos repletos de otras actividades ajenas sino banales, Alhóndiga en Bilbao en sus diversas fases y Tabacalera en Donostia, este por concurso de ideas (2008).

Es preciso inculcar que el concepto de patrimonio, sinónimo de legado, dotación, es una propiedad social transitoria que proviene de generaciones anteriores y su finalidad es que lo sigan poseyendo, en sentido de disfrute y coherente utilización las generaciones posteriores. Una herencia que no requiere testamento.

Los bienes culturales exigen una rotunda firmeza, es incluso un deber social colectivo que requiere más implicación de asociaciones vecinales, entidades culturales en su defensa frente a variados despropósitos y que jamás debieran ser objeto de intercambio por pactos políticos, ya que poseen una entidad esencialmente pública no mercadeable. El paso de un político por la administración es tan fugaz como puede ser demoledor. Es asimismo exigible la firme aplicación del régimen sancionador que prevé la legislación cultural además del Código Penal.

Monumento y entorno
Asimismo, la protección del patrimonio no sólo se refiere a los grandes y reconocidos elementos y conjuntos monumentales, su concepto cultural ha evolucionado con el tiempo, comprende otras creaciones de todo orden más modesto que pudieran pasar desapercibidas. El significado de lo insignificante (aparentemente). Kukutza, exponente la cultura social surgida de la base y desarrollada en un edificio muy notable como patrimonio, es desgraciadamente uno de los mayores atentados sucedidos en Bilbao propiciados por el director de alcaldía Andoni Aldekoa y un nefasto alcalde Iñaki Azuna culpable de la desaparición y deformación de notables arquitecturas, Depósito Franco y escaleras de Uribitarte, Alhóndiga, Plaza Arriquibar, garaje RAG, cuarteles Garellano, Arco tribuna San Mamés, Mercado de la Ribera etc.

El contexto de una edificación notable no es un pretexto, es el texto, que explica el fundamental sentido complementario del lugar, el entorno. Es por tanto necesario con un concepto patrimonial conservar la integridad del conjunto. En una tradicional arquitectura residencial burguesa para su comprensión total debe prevalecer el concepto de finca, es decir la totalidad del conjunto desde sus cerramientos, dependencias auxiliares, suelos, arbolado y jardines.Principio básico que se ha ignorado en Larrinaga Jauregia de Mundaka.

En el ámbito industrial una fábrica y su recinto con otros ingenios e instalaciones anexas vinculadas a su proceso productivo o viviendas sociales asociadas a la misma. Un notable ejemplo creado por la antigua empresa Patricio Echeverria en Legazpi y gestionado por Lenbur Fundatzioa son las diversas dotaciones, capilla, escuela y viviendas que muestran el proceso completo de un modo de vida laboral y social.

Frente al criterio social asumido e inicialmente tranquilizante de que la catalogación de un elemento como bien cultural singular, monumento, o conjunto monumental en sus distintos grados de protección, especial, básica, estructural, calificado o inventariado es garantía de conservación, es preciso insistir en la falsedad de esta creencia. Las administraciones, ayuntamientos y diputaciones continuamente desclasifican, rebajan el nivel de protección o autorizan obras para adecuarlo a sus conveniencias, casi siempre especulativas al servicio de determinados promotores e intereses político-económicos con resoluciones en la mayoría de los casos similares a la prevaricación. Un ejemplo evidente lo sucedido con el edificio del Teatro Bellas Artes de Donostia de 1914.

Es sumamente importante la resolución del Tribunal Constitucional en su sentencia 181/1998, de 17 de septiembre cuando afirma: ”Si bien es cierto que la legislación otorga una especial protección a aquellos [elementos o conjuntos] que han sido inventariados o declarados de interés cultural ello no significa que los bienes no declarados de interés cultural queden extramuros del concepto de patrimonio.” Y prosigue, ”la protección penal se dispensa respecto de los que con calificación formal o sin ella integran el ámbito objeto del patrimonio.” Es esencial que esta doctrina se reivindique sin titubeo alguno en los numerosos episodios que afectan continuamente a todo tipo de patrimonio cultural. Asimismo pueden existir otros medios dignos de consideración.

Demagogia

Con el tema del patrimonio se observa mucha hipocresía, así el 6 de julio en los XXXVI Uda Ikastaroak que organiza EHU y propiciado por Ararteko se celebrará en Miramar Jauregia de Donostia la jornada “Problemas derivados del régimen de protección de los bienes culturales del País Vasco”. Resulta culturalmente ofensivo que sean ponentes dos ertzaiñak, uno jefe de la Sección Central de Delitos contra el Patrimonio y el otro jefe del área de Medio Ambiente y Urbanismo de la Sección Central de Investigación Criminal y Policía Judicial que no han hecho absolutamente nada, se han inhibido, ante el continuo pillaje en edificios de interés cultural.

Basta citar los continuos y prolongados asaltos especialmente a complejos industriales abandonados de notables características arquitectónicas, algunos incluso seleccionados en publicaciones y Registros como Docomomo: Babcock & Wilcox, en Sestao, Mefesa y Cromoduro en Bilbao, Bilore en Zaldibia, Catelsa en Oiartzun, Gabilondo en Gasteiz, etc. Industrias que estaban bajo la tutela del administrador concursal o de la quiebra cuya obligación es, entre otra mantener, la empresa y sus bienes en correcto estado y responsables, sino de su saqueo. Tampoco se ha investigado la trayectoria de los materiales robados especialmente toneladas de hierro.

El otro interviniente reprobable es Andoni Iturbe actual Director General de cultura de la Diputación de Bizkaia y máximo responsable de la continua destrucción y deformación del patrimonio en el territorio en sus anteriores cargos en este departamento como Jefe de Servicio y Director. Conviene recordar su perversa maniobra para desinventariar la Colonia Infantil Nª Sra. de Begoña en Sukarrieta.

La foto evidencia el primero de los atentados propiciados directamente por la Diputación en Euskal Museoa de Bilbao la mineralización del claustro y la irracional pretensión de cubrirlo negando su espacialidad tradicional. O el despropósito de eliminar el cerramiento de forja de Etxezarreta Jauregia sede de Durangoko Arte eta Historia Museoa elemento consustancial al concepto del palacio. Una de las instituciones más crueles con el patrimonio en Europa por culpa de una serie de diputadas de nefasta gestión junto con sus respectivos directores, y algún arquitecto siempre dispuesto a validar los despropósitos presentados, incapaces sino colaboradores necesarios por órdenes político-económicas.

Evidentemente todo esto sucede por la inoperancia o ignorancia de los políticos de las sucesivas consejerías de cultura, especialmente la última Cristina Uriarte una calamidad absoluta. Tampoco al nuevo consejero se le ha oído todavía pronunciarse en este tema por lo que se augura la continuidad del fracaso. Curiosamente la mayoría pertenecientes al mismo partido político el PNV que en materia cultural ha demostrado reiteradamente su incapacidad intelectual para entender tal como lo anticipa esta Ley el sentido del patrimonio como “principal expresión de la identidad del pueblo vasco”.
Una muestra de indiferencia es la casi nula aplicación de lo que esta Ley determina en su Artículo 106:
  • 1.”Las Administraciones de la Comunidad Autónoma del País Vasco y de sus territorios históricos reservarán, en el presupuesto de las obras públicas de importe superior a cincuenta millones financiadas total o parcialmente por aquéllas, una partida equivalente, como mínimo, al uno por ciento del importe de las mismas, con el fin de invertirlo en la conservación, fomento de la creatividad artística, puesta en valor y difusión de los bienes protegidos por esta ley.”
  • 5. “La aplicación de los fondos provenientes de los establecido en el apartado 1 de este artículo se llevará a cabo por cada Administración de los bienes protegidos por esta ley, y preferentemente en los ubicados en el entorno de la obra pública. En todo caso, habrán de ser atendidos los bienes afectados directamente por la obra pública de que se trate.”
Son los responsables máximos de la “Destrucción Democrática de la Ciudad y el Territorio.” Este afán de brutalidad demoledora que confunde regeneración con degeneración, tiene varios capítulos previos según las circunstancias, el “incendio preventivo”, “la maldad del hormigón”, el “pillaje previsto” la “agosticidad” y en ámbitos industriales concluye su remordimiento con el “síndrome de la chimenea.”

Un país se prestigia por la atención y difusión que presta a su patrimonio expresado por la variedad y también la cantidad de elementos a los que da relevancia, y considera bienes culturales y los difunde en alguna publicación, cosa que jamás ha hecho Eusko Jaurlaritza. La cultura propia es la clave de la supervivencia espiritual de un pueblo como proclama Iparraguirre en Gernikako Arbola (1858),” Eman ta zabal zazu munduan” (Esparce tu fruto por el mundo).


Iñaki Uriarte
Arquitecto.

Bilbao, 29 junio 2017

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