Cada vez es más raro encontrar gorriones en Euskadi


¿Dónde están los gorriones?
El 20 de marzo se celebra el Día Mundial del Gorrión

Estudios sobre aves constatan que la población de estos pájaros se ha reducido a la mitad en las zonas urbanas de Euskadi, mientras que en los núcleos rurales ha caído cerca de un 80% 

DEIA Un reportaje de Aitor Anuncibay - Viernes, 29 de Enero de 2016 -


Sentados en la terraza de una cafetería, varios clientes observan los saltitos de los gorriones alrededor de las migas de pan caídas de una de las mesas. Picotean los trozos de pan y se los llevan a un lugar más resguardado, lejos de la competencia de las palomas. El público observa con ternura el febril trabajo de las diminutas aves. El cotidiano espectáculo, sin embargo, puede estar cerca de su final. Según los conteos que desde hace décadas se llevan a cabo en Euskadi, la población de esta especie (Passer Domesticus) se ha reducido a la mitad en los núcleos urbanos, mientras que su número ha descendido en un 80% en las zonas rurales.

“Parece mentira, pero en las ciudades y en los ambientes rurales cada vez es más raro observarla. Es una especie de la que tenemos constancia documentada que está disminuyendo y podría llegar a desaparecer”. José María Fernández lo expresa con la rotundidad que le confieren sus estudios y la confirmación de que la regresión de esta ave se extiende a toda Europa. Fernández es ornitólogo del Medio Natural y Biodiversidad de la Fundación Hazi y desde hace años realiza conteos y toma muestras de estos animales. “Cada vez es más raro encontrar gorriones. En nuestros estudios vemos que hay menos”, confirma el especialista.

¿A qué se debe su paulatina desaparición del paisaje urbano? No existe una respuesta categórica, pero los científicos creen que la clave puede estar en las propias ciudades. Y no, precisamente, por la existencia de grandes depredadores que se alimenten de los vivarachos gorriones. “Parece ser que es un declive que tiene mucho que ver con la eliminación de lugares disponibles para nidificar. La mayor parte de nuestros pueblos ya no son como antes, cuando había múltiples huecos para formar el nido. Ahora, los edificios son más cerrados, casi herméticos”, describe Fernández.

Este experto añade otra posible explicación: las ciudades están más limpias. “Son aves que tradicionalmente se han dedicado a consumir los restos orgánicos que la actividad de la gente ha ido dejando en las calles. Ahora, nos preocupamos de que todos nuestros residuos entren en un circuito de eliminación para que no estén en el medio ambiente. Las especies que se aprovechaban de la ineficiencia de nuestros servicios de limpieza es posible que estén sufriéndolo”, especula Fernández.

La disminución de estos pájaros se extiende a las zonas de campiña, donde las poblaciones del gorrión molinero (Passer Montanus) han caído cerca de un 80%.

En este caso, el origen podría asentarse en la paulatina desaparición de la actividad agraria de los caseríos, donde los pájaros se alimentan de cultivos y demás restos orgánicos.

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