El Consorcio de Aguas de Busturialdea emprende una fase con incertidumbres

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El Consorcio de Aguas de Busturialdea emprendió ayer una nueva andadura con la vuelta del PNV al control de su Comisión Ejecutiva que presidirá Iñaki Gorroño, edil gernikarra de Euzko Abertzaleak. Tras cuatro años en los que la soberanista Iratxe Arriola ha enderezado el rumbo de la entidad para asegurar su futuro, saneando su economía y mejorando la gestión, los jeltzales retoman su viejo plan de integración en el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.
GARA/ Agustín GOIKOETXEA|GERNIKA


Astra Kultur Gunea, en Gernika, acogió ayer a la tarde la constitución del Consejo General del Consorcio de Aguas de Busturialdea en el que se plasmó la nueva correlación de fuerzas que hay en los 16 consistorios que participan en la entidad. El PNV recuperó parte del poder municipal en los comicios del 24 de mayo y eso se traslada a la asamblea de la mancomunidad.

Los jeltzales recuperan la presidencia, al frente de la que colocan al hermano del alcalde de Gernika, el también edil de Euzko Abertzaleak Iñaki Gorroño, ajeno a la disciplina de Sabin Etxea. Los planes del PNV para el Consorcio no surgen de Urdaibai, mas bien de su sede central y del Palacio foral. En su primera comparecencia ante las Juntas Generales, la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Elena Unzueta, dejó claro hace un mes que buscan la integración en el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB) de todos los municipios.

No piensa lo mismo quien hasta ayer dirigió la entidad que agrupa a Arteaga, Ajangiz, Arratzu, Bermeo, Busturia, Ea, Elantxobe, Gernika, Forua, Ibarrangelu, Kortezubi, Mundaka, Mendata, Murueta, Muxika y Sukarrieta. Iratxe Arriola no oculta su «disconformidad» con que la red primaria de Busturialdea la gestione el CABB, al recordar que en los últimos cuatro años «se ha demostrado la viabilidad técnico-económica» de la mancomunidad.

«Es nuestro deber como políticos el guiarnos con objetivos sociales y medioambientales, por encima de intereses privados, partidistas o burocráticos», recordó la primer edil de Ea a los nuevos consejeros y a los salientes en una misiva que les envió. «El agua no es un simple recurso productivo. Los ríos, humedales y acuíferos deben de ser considerados patrimonio de la biosfera, y entiendo –enfatizó– que deben de ser gestionados por las comunidades y las instituciones públicas locales, para garantizar una gestión participativa, equitativa y sostenible de los mismos».

Defendió que se dé «la palabra», desde una participación «pro-activa», a nuevos actores sociales, al movimiento ecologista, a organizaciones de usuarios y consumidores, a sindicatos y a asociaciones vecinales.

Debate público sobre el futuro

La presidenta saliente planteó a la nueva dirección del Consorcio que si «apuesta por alejar el control del agua a Bilbo», active el debate público a través de un proceso participativo, y si es necesario, incluso contemple convocar una consulta ciudadana.

La alcaldesa de Ea manifestó que no tiene muy claro si quienes han pasado a controlar la mancomunidad tienen muy claro que modelo quieren. «Queremos saber cuál es su modelo», les preguntó, para advertirles a renglón seguido que si su objetivo es una mera «deslocalización» tendrán a los representantes de EH Bildu enfrente.

No son solo los consejeros soberanistas los que tienen dudas sobre el proyecto. Los trabajadores del consorcio acudieron ayer a la reunión en Astra e interpelaron al nuevo presidente. Iñaki Gorroño, sorprendido, trató de zafarse de ellos, aunque no lo consiguió, teniéndose que comprometer verbalmente a reunirse con sus representantes en las próximas semanas.

En cuatro años, la entidad ha pasado de contar con una plantilla de 29 trabajadores a los 49 actuales que desempeñan labores de mantenimiento de las instalaciones y captaciones, lectura de contadores, facturación, contabilidad, atención al público, inspección y control de vertidos, diseño y organización de obras de ingeniería hidráulica, y el mantenimiento y explotación de estaciones de depuración de agua potable, así como de residuales en Busturialdea.

Sorpresa al aupar el PNV a Iñaki Gorroño a la presidencia de la entidad

El edil de Gernika Iñaki Gorroño preside la nueva Comisión Ejecutiva del Consorcio de Aguas de Busturialdea, en la que él es el único consejero que no es militante del PNV de los ocho que la componen.

A pesar de que el hermano del alcalde de Gernika es el presidente, será sin duda el vicepresidente, Juan Félix Naberan, el hombre fuerte de la mancomunidad. El primer edil de Arteaga y miembro del Bizkai Buru Batzar es el factótum del PNV en Busturialdea. A.G.

Cuatro años de ardua gestión para reflotar la entidad

El principal reto de EH Bildu al frente del Consorcio de Aguas de Busturialdea ha sido demostrar que la gestión de los recursos hídricos desde la proximidad puede ser igual de eficiente o más que los modelos de grandes agrupaciones, «que funcionan con economías de escala y que huyen de la estructura lógica desde una perspectiva hidrológica del territorio». Importante ha sido, sin duda, integrar a Bermeo en la mancomunidad tras 20 años y lograr compromisos de financiación con Lakua y la Diputación vizcaina para concluir la red de saneamiento.

Este modelo ha conseguido estabilizar la situación económica del Consorcio, cerrando 2014 con un superávit de un millón de euros, y se ha logrado que entre en servicio la depuradora comarcal de Lamiaran y los bombeos de Bermeo y Mundaka. Con una gestión eficaz, el equipo que ha presidido Iratxe Arriola ha destinado más dinero a tecnificar las infraestructuras, a modernizarlas, a arreglar fugas y a la reparación de tramos de la red primaria y secundaria. Asimismo, el consorcio ha renovado 5.000 contadores que no se leían y ha redactado un estudio sobre la posibilidad de reutilizar para usos no domésticos de las aguas de los pozos clausurados del acuífero de Gernika. A.G.

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