Patrimonio Histórico de Mundaka, debate público


En mundaka a 3 de Febrero de 2013

Fradua Dorrea aparece con frecuencia en las fotografías de Mundaka. No en vano está donde está, sobre la playa Laidatxu, marcando la entrada al municipio, y tiene los valores arquitectónicos que tiene. Sin embargo, pocas serán las personas que sepan su nombre original. Se trata, sin más, de la llamada Casa Grande. A efectos administrativos, Lorategi 16. En Mundaka, sí.

Viene esto al hilo de que el Ayuntamiento de Mundaka, en nota de prensa distribuida el uno de este mes de febrero de 2013, afirma, refiriéndose a Fradua Dorrea, “que al inmueble nº 16 de la calle Lorategi no se le aplica de ningún modo la (...) Ley de Patrimonio Cultural Vasco, por no ser un bien catalogado, ni inventariado.” ¡Vaya!

Según nos consta en esta asociación de defensa del desarrollo sostenible en la comarca de Busturialdea, el edificio de Fradua Dorrea cuenta con una ficha de protección especifica en el Anexo del PER de Mundaka, a saber, la Ficha de Catalogo de Protección número 006, tal y como aparece en el listado de “Edificios con protección tipológica + ambiental”. Pero no pierdan el tiempo. No busquen la ficha en Internet. Tampoco busquen ahí las Normas Subsidiarias de Mundaka. Ni pregunten por ellas en las oficinas del ayuntamiento. La última vez que preguntamos nos dijeron que el número del boletín en el que fueron publicadas no lo tienen. Y las nuevas, que tendrían que haber estado aprobadas ya, ahí siguen, buscando su camino. Que lo encuentren, que las aprueben y las cuelguen en la red. Las Normas. A fin de cuentas estamos hablando de un municipio ejemplar, literalmente, en su funcionamiento. Uno de los más endeudados de Bizkaia, por cierto. Gobernado por el PNV desde aquello de que murió Franco y se inició la Democracia. Casi cuarenta años.

Volviendo a Fradua Dorrea, queremos hacer saber a la opinión pública que Zain Dezagun Urdaibai (ZDU) presentó “acción pública de protección de la legalidad urbanística” con fecha del 21 de septiembre de 2012, en referencia a ciertas actuaciones que se estaban llevando a cabo en la misma. La acción pública respondía a las quejas vecinales sobre las obras que se estaban ejecutando en el ático y las fachadas de dicha torre. Tras comprobar in situ la situación del edificio y tras consultar con nuestros asesores jurídicos, decidimos iniciar la acción publica.

Por aquella fecha estaba acabando el verano y ahora estamos con estos temporales, pobre San Blas y pobre Santa Águeda. Temporales también en la prensa, llena de casos de corrupción y todo eso. Temporales de los que algunos parecen creerse a salvo viviendo en sus altas torres. Así que pueden dejar que pasen los meses y las estaciones sin contestar a nimiedades tales como nuestra iniciativa de acción publica. Es verdad, no somos nadie y no hay por qué contestarnos. Pero sí que contestan a lo publicado en la prensa, por medio de una nota. La hemos leido. Y nos preguntamos ¿es que no saben en el Ayuntamiento de Mundaka nada sobre la protección de Fradua Dorrea? No pasa nada.

Y decimos que no pasa nada porque al parecer en el Ayuntamiento de Mundaka tampoco saben que cuando se presenta una “acción publica de protección de la legalidad urbanística” se ha de proceder en la forma establecida en la Ley Vasca del Suelo, en sus artículos 219 al 223, ambos inclusive. Siendo el primero de los pasos marcados por dicha ley (Art. 220) la preceptiva orden de paralización de las obras denunciadas. Extremo éste no cumplido en ningún momento por el Ayuntamiento de Mundaka. Pero ya decimos, ni pasa ni ha pasado nada.

En efecto, no ha pasado nada, porque según nuestro entender, y unido con lo anterior, al Ayuntamiento de Mundaka, una vez comprobada la legalidad de las obras denunciadas, le habría correspondido la emisión de un decreto ordenando el archivo de la Acción Pública de ZDU. Pero es que esta asociación no es nadie. Así que a pesar de haber transcurrido los 90 días establecidos por la Ley de Procedimiento Administrativo, ni esa ni ninguna otra resolución ha sido emitida y comunicada a esta Asociación. En fin, que difícilmente puede sostenerse la afirmación del Ayuntamiento de Mundaka de que las obras en Fradua Dorrea son conformes a la licencia concedida y a la ordenación urbanística vigente, cuando es evidente que la misma entran en contradicción con normas urbanísticas en vigor en Mundaka. Es una pena que no podamos adjuntar material gráfico a este escrito. A modo de ejemplo, la citada ficha y varias fotos. De manera que como decían en el circo, “Vengan, pasen y vean”. Mundaka les espera.

Acérquense. Miren y vean, a modo de ejemplo, si hay o no hay tres bajantes de aguas residuales en la fachada oeste de Fradua Dorrea. Y si mentimos, o simplemente la vista nos ha engañado, láncenos lo que quieran. Huevos podridos, tomates, lo que quieran. Nos los habremos merecido. Ya que ZDU cree haber actuado, cree actuar y piensa actuar siempre guiado únicamente por el interés general que supone mantener vivo el patrimonio de todo Urdaibai, incluyendo el histórico-artístico, del que Mundaka es parte fundamental, con edificios tan emblemáticos como Fradua Dorrea. Si resultara que la vista nos engaña, lo dejamos. Si no es así, guarden los huevos y los tomates para otros.

Guárdenlos para los pertinentes cargos políticos y la pertinente administración pública, los primeros, dicen, a los que hay que pedir que cumplan con sus discursos y declaraciones sobre, a modo de ejemplo, moral, ética o buenas prácticas. En este sentido ZDU sigue esperando que el Ayuntamiento de Mundaka conteste por escrito a su iniciativa de acción pública en el caso de Fradua Dorrea, presentada, hay que recordarlo, el 21 de septiembre de 2012.

Y se les sobra material, ahí tienen al Sr. Arquitecto Asesor Municipal, del que se dice en la nota de prensa del Ayuntamiento de Mundaka que “emitió el oportuno informe favorable”. Él, se supone, es perfectamente conocedor de los límites impuestos por la normativa urbanística a Fradua Dorrea, en tanto en cuanto es el autor del PER del municipio. Ocupando su puesto, sin ser funcionario, desde el año 1981, si no nos equivocamos. Y que ha sido firmante de infinidad de informes sobre obras a las que se les ha impuesto las mismas restricciones que estarían en vigor también para Fradua Dorrea.

Mientras tanto ZDU sigue esperando que el Ayuntamiento de Mundaka conteste por escrito a su iniciativa de acción pública en el caso de Fradua Dorrea, presentada, hay que recordarlo, el 21 de septiembre de 2012. Cuando todavía era verano y el alcalde de Mundaka era Unai Rementeria Maiz. Ahora es invierno, llueve para todos y el antes alcalde es a día de hoy Diputado de Presidencia de la Diputación Foral de Bizkaia. Desde aquí le emplazamos a un debate público, no únicamente sobre Fradua Dorrea, sino sobre el Patrimonio Histórico de Mundaka, tan deteriorado. Tiene adquiridas responsabilidades ineludibles.

Comentarios

  1. El gran P. H. Lovecraft dijo que él creaba sus historias partiendo de estados de duermevela controlados. Es decir, que no se iba má allá del estado de conciencia de la vigilia, pero si que la suspendía la vigilancia abosoluta. Así, entraba en el mundo de los sueños minetras seguí permaneciendo a este lado. Creó una obra extraordinaria.

    Viene este a cuanto de que en un estado similar, confieso que los cultivo, he visto la maraña de leyes y más leyes como un inmenso bosque; como el gran río de los marañones, el Amazonas, en cuya maraña se perdían, o no, los tales marañones; como la jungla a la que era llamado Marlow, el personaje de J. Conrad y de F. F. Coppola en Apocalipsy Now, una jungla en la que se escondía el gran secreto de Kurtz, Marlon Brando en la peli, que es nada ni nada menos que en el corazón de las tinieblas está escondido un gran tesoro. Hay un tesoro escondido en el río de los marañones y se llama la región de El Dorado. Hay un tesoro escondido en los bosques européos de hadas, quizás al píe del Arco Iris, cuando brilla, una gran cazerola con monedas de oro (un sueño mejor convierte a los monedas en garbanzos). ¿Cuál es ese tesoro que esconde el bosque? ¿y el que esconde la gran maraña? ¿El que dicen que está río arriba, en el corazón de las tinieblas? El tesoro de su riqueza, la de los que nos dominan y nos engañan con su red de leyes, una tela de araña que nos atrapa como moscas? Sí. Las leyes son su cerco al tesoro. Que no se lo robemos.

    ¿Qué hacer?

    Buscar alguien que nos guíe y en quien confiemos. Alguien que conozca el bosque, la maraña, el río. Alguien que lea todas las señales y nos dé una expilcación cabal de las mismas. Alguien que léa por nosotros, nosotras, y camine con nosotras, nosotros. Que nos coja de la mano. Que nos cuente, Doro, qué es leyenda y qué realidad. Que nos indique qué sombra es imaginada y cuál proyectado por el monstruo. Que nos alivie los miedos. Que nos permita avanzar. Para el bosque marañon de las leyes, una abogado. Para la navegación por el gran río Amazonas, un aparejador. Para la de la paciencia necesaria en el bosque, en la jungla, en el gran río, que ninguno de nosotros hemos creado pero que nos puede matar, un tabernero. De Busturia, por ejemplo, al que su propia prolongación biológica, en este caso es chico, le llama por el apodo que le damos.

    Algo estamos haciendo. Y toca agradecer. Esta es nuestra hoguera. Al rededor nos sentamos. Fumamos una pipa. Contamos cuántos somos. Pocos, comparado con el número de Casacas Azules. Para Gerónimo más que los cinco que se pueden contar con los dedos de una mano son ya muchos enemigos. No merece la pena contarlos mejor -haien kondatzea denboraren galtzea litzateke (Canto de Altabizkar-, la decisión de luchar es independiente de nuestro número. Guardemos nuestros dedos para perderlos en la batalla, no para contar el número de los que nos los arrancarán. Luchamos por que la razón nos acompaña, en otro caso estaríamos tranquilos en nuestra reserva impuesta. Estamos obligados a luchar. Preferimos no contar las filas del enemigo. Da igual. Sabemos que vamos a morir. Mejor morir defendiendo la razón que vivir negando nuestra razón.

    Y sí, no es un chiste. Nos condenan a la muerte civil. Nos niegan trabajos. Nos boicotean. Nos difaman. Pero nuestras razones están en el blog, para la arqueología futura de esta era bárbara en la que el hijo del carnicero decidió enriquecerse sin tocar la sangre de sus víctimas. Un gran progreso. A ver si llegamos al final del bosque de McImaz & Cia.

    Desde el aquí veo las luces de la Alta Torre, al otro lado de Laidatxu. Vamos a cruzar la playa. Hay mar, sí. En Little Big Horn no quedo más que un río de sangre.

    Gerónimo (en estado H. P. Lovrecaft)

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