Una auditoría desvelará cómo está el Consorcio de Busturialdea

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Una empresa externa ultima la auditoría encargada por los actuales gestores del Consorcio de Aguas de Busturialdea, acuciados por la delicada situación económica con la que se han encontrado tras décadas de férreo control por parte del PNV. A la espera de un diagnóstico real del ente mancomunado, un primer paso ha sido el acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento de Bermeo, que posibilitará el pago en ocho meses de una deuda acumulada superior a 800.000 euros.

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Agustín GOIKOETXEA | BILBO

Menos de seis meses lleva Iratxe Arriola al frente del Consorcio de Aguas de Busturialdea, periodo en el que se ha tenido que enfrentar a una delicada situación económica heredada tras 30 años de gestión por parte del PNV. Medio año en el que los representantes de Bildu, liderados por esta edil de Ea, han tratado de poner orden en las cuentas, al comprobar que el ejercicio de 2011 se cerraba con un saldo negativo de 700.000 euros.

Bildu apuesta por «una gestión transparente del Consorcio» y por ahondar en una visión «integral y comarcal» del ciclo integral del agua. Pero, antes, sus representantes aguardan a los datos económicos y pautas de gestión que se deriven de la auditoría encargada a una firma externa.

El panorama con el que se encontraron los nuevos gestores no era nada gratificante. En 2006, la anterior dirección asumió los gastos de las expropiaciones y la dirección de obras del colector de saneamiento que discurrirá de Bermeo a Muxika. No era de su competencia, pero «incomprensiblemente» según fuentes municipales, el Consorcio solicitó un crédito de alrededor de 3 millones de euros, a 30 años y a un interés «brutal», para afrontarlos.

Resulta curiosa tal decisión cuando la mancomunidad que agrupa a catorce municipios -Ajangiz, Gautegiz Arteaga, Arratzu, Busturia, Ea, Elantxobe, Gernika-Lumo, Forua, Ibarrangelu, Kortezubi, Mendata, Mundaka, Murueta y Sukarrieta- dispone de un presupuesto anual que ronda los 3,5 millones. Lakua, a través de la Agencia Vasca del Agua URA, afrontó los 35 millones de euros que se han invertido en la ejecución de los tramos Bermeo-Sukarrieta, aunque se necesitan otra treintena de millones para acometer los ramales Busturia-Gernika y Gernika-Muxika, que se conectarán con la planta de tratamiento de aguas residuales de Lamiaran, en Bermeo, bajo la competencia del Gobierno español.

Asimismo, se han detectado en las cuentas de la entidad que hay 500.000 euros en recibos impagados y que la empresa encargada de recaudarlos tan solo es capaz de que se abonen unos 20.000 euros anuales. Tampoco ha beneficiado a las arcas del Consorcio la decisión del anterior equipo directivo, copado por cargos jeltzales, de rebajar el recibo de agua, lo que en su día la izquierda abertzale achacó a «intereses políticos» ya que no se adjuntó ningún informe técnico que lo avalase, y así lo denunció.

El otro asunto pendiente tiene su origen en el convenio suscrito en 2010 por el entonces alcalde de Bermeo, el jeltzale Xabier Legarreta, con quien era presidente del Consorcio y primer edil de Forua, su compañero de partido Igor Duñabeitia, que supuso que la localidad marinera abonase 52 céntimos por metro cúbico de agua en red primaria, cuando el resto de municipios pagaba 37 céntimos.

Cuadrar las cuentas

«Se utilizó a Bermeo para intentar cuadrar unas cuentas del Consorcio que no eran reales, se impuso un precio político para aumentar los ingresos del Consorcio, que ya entonces empezaban a mermar», argumentan desde Bildu. La coalición recuerda que uno de los artífices del acuerdo, Legarreta, solo abonó la factura durante los primeros seis meses de 2010.

Por ello, el Ayuntamiento bermeoarra debía a la mancomunidad en torno a 1,2 millones de euros. Tras la negociación auspiciada por los representantes de Bildu, a la que el PNV se ha opuesto, Bermeo pagará a 37 céntimos por metro cúbico, como los municipios consorciados, y hará frente en los próximos ocho meses a 800.000 euros que debía, aunque es verdad que respecto a los cálculos del PNV se dejarán de ingresar algo más de 380.000 euros.

«Es una revisión del pago que se ajusta a unos parámetros más justos», remarcan desde la coalición, añadiendo que existe un compromiso «firme» de saldar la deuda y evitar así la judicialización del caso, «que no beneficia a ninguna de las partes y generaría más gastos aún».

Bildu: «La gestión durante todos estos años ha sido desastrosa»

Bildu, que saludó ayer el acuerdo alcanzado entre el Consorcio de Aguas de Busturialdea y el Ayuntamiento de Bermeo, acusó al PNV de estar detrás de «una gestión económica que durante todos estos años ha sido desastrosa. Parece que el PNV ha querido llevar a la ruina al Consorcio».

La coalición soberanista de izquierda fundamenta tan dura afirmación en que «no se entiende cómo se ha pasado en solo dos años de tener un remanente positivo a tenerlo negativo, se han realizado gastos innecesarios, no ha existido control sobre la gestión económica, se han realizado los presupuestos de una manera irresponsable...».

Inciden en que los artífices del convenio incumplido, «por abusivo», y los impagos fueron realizados por los cargos públicos de un mismo partido, el PNV, a quienes reclaman responsabilidad en estos momentos, en vez de poner trabas a la resolución de un conflicto «que está costando dinero a los ciudadanos». «El PNV, que tanto critica el acuerdo conseguido -remarcan-, debería dar explicaciones».

«Primero -precisan desde Bildu en su petición al PNV-, que explique las razones que llevaron a firmar un convenio tan perjudicial para el pueblo de Bermeo; segundo, por qué no ha materializado los pagos al Consorcio durante el mandato de Xabier Legarreta; y tercero, cuál era su receta para solucionar un tema que hasta la fecha se encontraba enquistado». La coalición se felicita por el acuerdo y espera que, en los próximos meses, «entre todos» se logre encauzar y resolver la delicada situación económica. A.G.

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