La silicosis se enreda en Gernika

REPORTAJE

La silicosis se enreda en Gernika

Los abogados sostienen que hay una estrategia para dilatar la causa judicial -

Cosentino, la productora de Silestone se enfrenta a delitos contra la salud.

PEDRO GOROSPE - EL PAIS PV Bilbao - 29/05/2011

La silicosis salió de las minas del carbón cuando el negocio languideció a mediados del pasado siglo, y ahora se ha instalado, cómodamente, en las marmolerías de Vizcaya y del resto de España. Como la asbestosis, el conjunto de males que provocan las fibras invisibles del amianto, el polvo de sílice entra a los pulmones y los destroza de manera irreversible. No hay vuelta atrás.

Sin embargo, mientras la enfermedad avanza con paso firme entre los trabajadores de ese sector, la principal causa judicial penal sobre el caso, que se sigue en los juzgados de Gernika, está atascada. Los abogados de las multinacionales hacen lo indecible para frenar los procesos. Fuentes judiciales subrayan que "existe una estrategia de los denunciados para retrasar al máximo la instrucción e intentar que el caso se vaya diluyendo poco a poco". "Son empresas con proyección internacional y se la juegan", sostienen otras.

El caso partió de la Marmolería Cid, en la localidad vizcaína. De los once trabajadores empleados seis contrajeron silicosis. De ellos, tres están ya jubilados pese a no superar la cuarentena y los demás están muy asustados. La demanda penal, sin embargo, no es contra la marmolería, que en opinión de la fiscalía actuó conforme a la ley, sino contra las empresas suministradoras de las encimeras y las empresas de prevención. En concreto contra Cosentino, distribuidora del original Silestone, y Levantina, distribuidor de Caesarstone. Hace ahora un año, el 23 de abril de 2010, el juez de primera Instancia e Instrucción numero 4 de Gernika comunicó la denuncia de la Fiscalía de Vizcaya a los representantes legales de esas empresas que suministran encimeras y revestimientos de cocinas y baños que se cortaban en la Marmolería Cid, y a varios técnicos de Mutualia y Malga Servicios Empresariales. La denuncia aprecia indicios de sendos delitos contra la seguridad y salud de los trabajadores cometidos desde 1991, en concurso con otros seis delitos de lesiones imprudentes.

Los fabricantes de Silestone y Caesarstone no advirtieron adecuadamente de los peligros del polvo de corte, ni de su composición, y las empresas de prevención de riesgos no vigilaron adecuadamente la salud de sus clientes. "La marmolería de Vizcaya afectada por los casos de silicosis ha estado trabajando con Silestone desde 1991 hasta 2005 sin que existiera siquiera teóricamente la posibilidad de que le fuera facilitada información por la fabricante sobre la composición química del mismo y sobre los riesgos para la salud", describía el informe de la Inspección de Trabajo en el que se basó la fiscalía para interponer la denuncia.

Fuentes judiciales creen que se trata de un caso "de alto interés" al estar en juego penas contra dos empresas de proyección internacional. "Quizás por eso sus gabinetes jurídicos están respondiendo a cada paso que da el juez con toda clase de maniobras", subrayan. Una de las últimas maniobras ha sido pedir la declaración de los propietarios del negocio para ver si les alcanza la responsabilidad. Esta semana o la que viene declararán también los responsables de Levantina, la suministradora de Caesarstone.

Sin embargo, para la fiscalía y la Inspección la única explicación lógica a la situación que sufrieron los trabajadores de la marmolería es la falta de información. El Instituto Nacional de Silicosis estimó que esos empleados estuvieron expuestos a niveles de concentraciones diarias de silicio en aire entre 50 y 100 veces superiores a lo permitido. Si el límite de exposición diaria a la cristobalita, un subproducto del dióxido de silicio, se sitúa en 0,05 miligramos por metro cúbico, en la firma familiar se registraban cinco miligramos. Para el cuarzo, el valor límite admisible se fija en 0,1 miligramos por metro cúbico; la plantilla de la marmolería trabajó durante años respirando aire con concentraciones de hasta cinco miligramos por metro cúbico.

El Silestone y el Caesarstone tienen altas concentraciones de sílice en diferentes formas. Cosentino, el fabricante de la marca registrada Silestone, sólo dispuso de una ficha de seguridad su producto a partir de 2005, aunque la primera que mostró a la Inspección era de 2006. Sin embargo, la Inspección denunció que "la primera ficha de datos de seguridad que dieron a la mayor parte de las empresas del sector es de abril de 2009".

Veinticuatro años aspirando veneno

P. L. M. está de baja en la Marmolería Cid. Tiene un cuadro pulmonar muy complicado después de 24 años aspirando veneno en la empresa de Gernika en la que han enfermado seis de sus once empleados.

Después de varias neumonías consecutivas que le han dejado los pulmones para el arrastre, sufre mareos, calambres, apenas si tiene resistencia física y la silicosis se le ha instalado en el organismo. Para él, la batalla penal contra las empresas es muy importante "porque puede ayudar a mejorar las cosas en el futuro", pero él está inmerso en su propia batalla contra las instituciones para que le acaben reconociendo el origen profesional de la silicosis que le han diagnosticado.

Para P. L. M. es "increíble" que en Estados Unidos esos productos estuvieran perfectamente etiquetados y aquí "nos hayan dejado abandonados".

En el caso de Caesarstone, un producto similar al Silestone, la ficha de seguridad se elaboró y fechó para España en diciembre de 2009 a raíz de la llamada de la Inspección de Trabajo de Vizcaya. "Es llamativo el caso de que este mismo producto en EE UU, dispone y tiene publicitado desde al menos 2006 una ficha de seguridad química que contiene una rigurosa información con los efectos toxicológicos del producto", describe la Inspección de Trabajo.

El responsable de Salud laboral de CC OO, Jesús Uzkudun cree que de forma paralela a la actuación ocultista de las empresas productoras de encimeras, existen otras maneras de ocultar las enfermedades profesionales y acusa directamente a "algunas" mutuas de remitir a Osakidetza casos como la silicosis, que se puede diagnosticar con una placa.

Cronología

- Inicio del caso. La Inspección visita a la empresa Marmolería Cid, a instancias de la propia empresa, el 14 de octubre de 2009. Seis de sus once empleados tenían silicosis, tres de ellos eran familiares de los propietarios.

- 2003 y 2007-2008. Mutualia, primero y Fremap después detectaron anomalías respiratorias en ellos, pero los trabajadores fueron declarados "aptos". Las primeras placas de tórax, sin las que no se puede diagnosticar una silicosis se hicieron a partir de ese año.

- Abril de 2010. La Fiscalía denuncia, con el informe de la Inspección en la mano, a las empresas productoras de las marcas registradas, Silestone y Caesarstone, además de a empresas de prevención por varios delitos contra la salud. El caso lo sigue el Juzgado 4 de Instancia e Instrucción de Gernika.

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